Por Bruno Cortés
Aunque muchos asocian el Congreso con debates, reformas y votaciones, esta vez, los pasillos de la Cámara de Diputados se llenaron de algo muy distinto: consultorios improvisados, personal médico, módulos de atención y hasta rutinas de ejercicio. Así arrancó la jornada “Ecos para el Bienestar”, impulsada por el diputado Sergio Mayer Bretón, de Morena, en conjunto con el ISSSTE, con el objetivo de acercar servicios de salud y bienestar directamente a las y los trabajadores del recinto legislativo.
Lejos del discurso acartonado, esta iniciativa busca atender algo que a veces se deja en segundo plano en la agenda política: la salud del personal que mantiene funcionando al Congreso todos los días. El mensaje fue claro: si los trabajadores no están bien, el país tampoco.
En representación de Mayer Bretón, el director de Servicios Médicos del Congreso, Roberto Carlos Gutiérrez Zamora, explicó que esta jornada no solo ofrece consultas y chequeos, sino también campañas de detección temprana de enfermedades como diabetes, hipertensión, sobrepeso, obesidad y cáncer de próstata. Y sí, hizo un llamado especial a los hombres, quienes —según él— visitan menos al médico que las mujeres, a pesar de que las estadísticas de enfermedades graves no los favorecen.
El enfoque de “Ecos para el Bienestar” es claro: llevar la salud al lugar de trabajo, sin excusas y sin pretextos. Es parte del programa más amplio del ISSSTE conocido como “Ecos del ISSSTE”, impulsado por el director general del Instituto, Martí Batres Guadarrama, y que tiene como consigna no esperar a que la gente vaya a los servicios, sino llevar los servicios a la gente.
La doctora María Luisa Moreno Troncoso, que asistió en nombre de la subdelegada médica Rocío González Gutiérrez, lo resumió bien: salud, cultura, activación física y también servicios económicos como Pensión ISSSTE, Fovissste, atención a derechohabientes y hasta módulos del SuperISSSTE. Es decir, una ventanilla única del bienestar.
No fue un evento exclusivo ni cerrado. Las autoridades aprovecharon para invitar al público a acercarse a los módulos, participar, informarse y cuidarse. Porque más allá del edificio de mármol y discursos desde el podio, la política también puede (y debe) traducirse en acciones tangibles, como esta, que toca directamente la vida cotidiana de quienes trabajan ahí.
En resumen, “Ecos para el Bienestar” es una muestra de que la salud no debe esperar una cita, y mucho menos ser un lujo. Cuando se entiende que la prevención es una política pública efectiva, iniciativas como esta dejan de ser eventos aislados para convertirse en parte de la rutina. Y en San Lázaro, por lo pronto, hoy se vivió esa diferencia.
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