Por Bruno Cortés
En la política mexicana hay tiempos marcados y tiempos que se estiran, como cuando uno promete limpiar la casa pero se da cuenta que hay mucho más tiradero del que imaginaba. Así está ahora el Congreso, y así lo explicó el diputado Ricardo Monreal, coordinador de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política: se viene un periodo extraordinario a finales de junio, probablemente el 29 o 30, y el paquete de pendientes no es poca cosa. Son 22 temas legislativos los que están sobre la mesa. Y no es humo.
Monreal no se comprometió con fecha exacta, porque –como bien saben los que viven de las negociaciones políticas– en el Congreso nada es definitivo hasta que está firmado, votado y publicado. Pero sí adelantó que, mientras lleguen las iniciativas, se van turnando a comisiones, y con eso se arma el camino para convocar a las sesiones extraordinarias.
Uno de los temas más pesados del paquete es la reforma que tiene que ver con la Guardia Nacional, que implica modificar hasta siete leyes ordinarias. Hasta ahora no ha llegado, y sin ese insumo, como dice Monreal, no se puede convocar a nada. También se tratará la reforma al artículo 107 constitucional, que toca puntos clave sobre la impartición de justicia y el papel del Poder Judicial.
A diferencia de otros años donde las prisas ganaban, esta vez, Monreal asegura que prefieren hacerlo bien que rápido. Es decir, quieren consensar antes que improvisar, porque el paquete no es menor. Aunque hay muchos pendientes que ya se trabajan en comisiones del Senado y de la Cámara de Diputados, todavía se esperan iniciativas clave en los próximos días.
Además del trabajo legislativo, Monreal habló sobre el proceso electoral para elegir a los nuevos integrantes del Poder Judicial. Lo calificó como una “hazaña ciudadana”, y dijo sentirse satisfecho por haber participado con su voto junto con millones de mexicanos. Señaló que ahora se arranca con un nuevo Poder Judicial, más cercano a la gente, y aunque el entusiasmo es evidente, también reconoció que hay que seguir revisando el sistema, incluyendo a las fiscalías, y particularmente la Fiscalía General de la República, que sigue necesitando ajustes importantes.
Pero no todo es legislativo. Monreal también tocó el tema que sigue generando tensión entre México y Estados Unidos: la decisión del Congreso estadounidense de desechar la demanda contra fabricantes de armas. El diputado de Morena fue claro: es una falta de reciprocidad, porque mientras México está jugándosela para contener el paso de fentanilo y otras drogas hacia el norte, Estados Unidos se lava las manos cuando se trata de frenar las armas que llegan al sur y que alimentan al crimen organizado.
“Es un cáncer para nuestro país”, dijo Monreal, refiriéndose al tráfico ilegal de armas. Aunque reconoció que el camino es largo, pidió no bajar la guardia y seguir la lucha jurídica y diplomática, buscando que este tema no quede enterrado por intereses políticos del otro lado del río Bravo.
Recordó que la demanda fue una apuesta arriesgada y valiente de Marcelo Ebrard, cuando aún era canciller, y que aunque muchos no creían que se pudiera presentar, ahí está el precedente. Aunque fue desechada, Monreal cree que la batalla no está perdida.
Así que entre el fentanilo que sube, las armas que bajan y las reformas que esperan, el Congreso se prepara para una jornada intensa. No se trata solo de sacar leyes por sacar. Según Monreal, la idea es hacerlo con precisión, porque lo que se apruebe ahora marcará el ritmo del nuevo sexenio. Y en medio del ruido político, la tarea del legislador es no perder el foco: crear leyes que respondan a la realidad del país, no solo a los discursos de campaña.
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