Por Bruno Cortés
En medio del ruido electoral, las promesas al por mayor y la tensión por la seguridad en varias regiones del país, el diputado Rubén Moreira Valdez, líder del PRI en la Cámara de Diputados, soltó una bomba política: la elección del 1 de junio para elegir jueces y magistrados será, según él, una farsa bien orquestada.
Así, sin rodeos, el priista acusó que esta votación que se presume como un avance democrático no es más que una puesta en escena donde ya está todo acomodado para que gane quien el gobierno quiere que gane. La crítica va directo al corazón del proyecto de Morena, que defiende que ahora los jueces sean electos por voto popular. Pero para Moreira, esto no garantiza ni imparcialidad ni calidad: “Aunque haya buenos perfiles, el sistema está amañado para que no lleguen”, aseguró frente a reporteros.
El tema de los llamados “acordeones” también salió a flote. Y no, no son los instrumentos musicales, sino listas impresas con los nombres sugeridos por Morena para que la gente vote “sin pensarlo mucho”, algo así como votar con guía de respuestas. Según el diputado, ya hay hasta evidencia periodística de que en ciertas asambleas estatales se reparten estos acordeones como volantes, con la supuesta intención de operar el voto a favor del oficialismo.
Moreira no se quedó ahí. Apuntó que la violencia en estados como Guerrero, Michoacán o Tamaulipas hace casi imposible garantizar una elección limpia. Y en otros lados, dijo, la gente ni se ha enterado que hay que votar por jueces. O peor: sí lo saben, pero no les interesa. “Va a ser una elección aburrida que solo se moverá si Morena empuja con su maquinaria”, advirtió.
Pero el fuego cruzado no se limitó al proceso electoral. También tocó las promesas incumplidas de Morena con la CNTE, el gremio magisterial que ahora está tomando calles y plantones. Lo dijo así: “Morena prometió que los maestros se jubilarían con su último salario. Si no pueden cumplir, que salgan y digan que mintieron”. Según él, esas promesas no fueron solo errores de campaña, sino estrategias para ganar elecciones a costa de compromisos imposibles.
Y como si eso no fuera suficiente, también lanzó críticas duras contra el INE, a quien responsabiliza por permitir este tipo de elección judicial, por hacer interpretaciones forzadas de la ley y por reducir la transparencia en el conteo de votos. Lo llamó un proceso “kafkiano” que da vergüenza incluso a nivel internacional.
Con todo esto, Moreira dejó ver que no se quedarán de brazos cruzados, y que incluso podrían presentar denuncias formales si se confirma la operación con acordeones y otras irregularidades. Además, advirtió que el periodo extraordinario en junio para revisar leyes pendientes será inútil si solo se le dan un par de días a los legisladores para discutir iniciativas clave, como las relacionadas con seguridad o telecomunicaciones.
Para rematar, advirtió que lo que viene es un “voto sin leer”, es decir, que desde Palacio Nacional se instruirá a la bancada de Morena a votar en bloque, sin análisis de fondo, lo que a su juicio daña aún más la calidad legislativa y deja en evidencia que el Congreso se está usando como oficina de trámites del Ejecutivo.
Así está el panorama a días de una elección inédita, que en vez de entusiasmo, ha sembrado sospechas, críticas y acusaciones de fraude moral y político. La democracia, al menos en el Congreso, está más cuestionada que celebrada.
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