Por Bruno Cortés
Este martes en San Lázaro no hubo gritos ni portazos. Lo que hubo fue una de esas reuniones que, aunque formales, dicen mucho del clima político actual. La Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, que encabeza Ricardo Monreal, se sentó a conversar —y en serio— con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Y según todos los presentes, fue un ejercicio republicano. Es decir, con respeto, con datos, y sin politiquería.
Tres horas y media duró el encuentro. Nada mal si se toma en cuenta la cantidad de temas que se pusieron sobre la mesa. Monreal salió diciendo que la secretaria fue clara, amable y respondió todo. “Una colaboradora eficaz, honesta y leal”, le echó flores. Y es que, para bien o para mal, Rosa Icela se ha convertido en una de las figuras más visibles del gobierno federal.
Ella misma calificó la reunión como productiva. Reconoció que no todas las respuestas se dieron ahí, pero prometió que donde faltó, habrá seguimiento. Incluso ofreció abrir las puertas de su oficina para resolver temas específicos con los diputados. Así, sin rodeos.
¿Y qué temas se tocaron? Para empezar, la seguridad rumbo a las elecciones del 1 de junio. El gobierno insiste en que serán elecciones en paz, pero los legisladores no quieren sorpresas. También se habló de migración, donde la secretaria presumió una reducción del 96% en los flujos migratorios. ¿Milagro o estrategia? Eso se lo dejan a los números, pero sin duda es algo que en Palacio Nacional quieren que se sepa.
Luego vino el tema caliente: la CNTE. La Coordinadora sigue con sus bloqueos y protestas, y aunque el gobierno asegura que hay diálogo abierto, también aclara que no todo se puede conceder. Por ejemplo, los maestros piden un aumento salarial del 100%, pero el gobierno ya dio un 10% y dice que más no hay. Lo que sí lograron —y aquí hubo aplauso— fue congelar la edad mínima de jubilación: 58 años para hombres y 56 para mujeres, lo cual evita que suba a 60 como estaba previsto. Punto para el magisterio.
Y como si no faltaran temas, salió a relucir lo dicho por la embajada de Estados Unidos, que declaró partes de su frontera como zonas de defensa nacional. Rosa Icela bajó el tono: México, dijo, quiere y mantendrá buenas relaciones con EE.UU., y la presidenta Sheinbaum ya habló con Donald Trump al respecto. Sí, Donald Trump. Porque en política exterior, los tiempos también están raros.
Además, se tocó el caso Genaro García Luna, exfuncionario de Calderón, al que una corte de Miami ordenó pagar 2,400 millones de dólares al gobierno mexicano. Rosa Icela dijo que es una buena noticia, pero pidió no echar las campanas al vuelo: hay que leer las letras chiquitas. Aun así, dejó ver que recuperar ese dinero sería un triunfo legal y político para el país.
En resumen, la reunión entre Segob y diputados fue todo lo que no solemos ver en el Congreso: civilidad, agenda común y voluntad de diálogo. Claro, el PAN y otros grupos no se tragaron todo sin chistar, pero al menos quedó claro que en plena recta final del sexenio, todavía hay temas que pueden tratarse sin pleitos.
Y en tiempos tan polarizados, eso ya es decir bastante.
Deja una respuesta