Por fin, una solución al desabasto. Tras años de enfrentar severos problemas para acceder al agua potable, los habitantes del pueblo de San Bartolo Ameyalco, en la alcaldía Álvaro Obregón, aprobaron por mayoría un ambicioso proyecto hidráulico impulsado por la Secretaría de Gestión Integral del Agua (SEGIAGUA), que beneficiará directamente a más de 2 mil personas de la calle Las Palmas.
La decisión se tomó el pasado domingo 15 de junio, durante una asamblea deliberativa organizada por la propia comunidad, en la que participaron alrededor de mil residentes. Con una votación que alcanzó el 71.5% de aceptación, la consulta cumplió con los principios de ser libre, previa e informada, en apego al protocolo firmado por diversas dependencias como SEGIAGUA, SEPI, SAPCI, la alcaldía y representantes de los pueblos originarios.
Una obra esperada y necesaria
El proyecto aprobado contempla la construcción de una línea de conducción de más de 2.5 kilómetros desde el Tanque Portal 29, así como un sistema de rebombeo que permitirá enviar agua hasta la calle Palmas a través de la red existente. La infraestructura garantizará por fin un servicio constante y de calidad a una zona históricamente marginada en el suministro.
Presencia institucional y respaldo comunitario
A la asamblea acudieron funcionarios clave como el Ing. Alfonso Hernández López, Director General de Derecho Humano al Agua y Concertación Ciudadana de la SEGIAGUA; la Lic. Sandra Luz Chávez Castillo, Subdirectora de Consulta Indígena de la SEPI; y Rodolfo Cañedo, representante de la alcaldía Álvaro Obregón. También estuvieron presentes observadores del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) y de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX (CDHCM), así como autoridades tradicionales del pueblo.
Lo que sigue: diálogo, acuerdos y obra
El proceso de Consulta Indígena continuará con los pasos legales correspondientes: sistematización de resultados, elaboración de informes, firma de acuerdos y, finalmente, el inicio de la obra, previsto a partir del 18 de junio. Se prevé que el seguimiento comunitario acompañe cada etapa hasta su conclusión.
Este proyecto representa no solo una solución técnica, sino un ejemplo de participación ciudadana efectiva en la construcción del bienestar colectivo. El pueblo de San Bartolo Ameyalco ha demostrado que cuando las decisiones se toman desde abajo y con consenso, el agua fluye para todos.
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