Por Bruno Cortés
En un esfuerzo por frenar una iniciativa que podría afectar directamente a millones de familias mexicanas, un grupo de senadores viajó a Washington para reunirse con miembros del Caucus Hispano del Congreso de Estados Unidos, buscando detener la propuesta de imponer un impuesto del 5 por ciento a las remesas.
El encuentro se centró en los efectos negativos que tendría esta medida impulsada por el expresidente Donald Trump, quien ha presentado su nuevo paquete fiscal bajo el nombre de “el gran y hermoso proyecto de ley”. Aunque esta propuesta había encontrado resistencias internas entre algunos congresistas republicanos —al considerar que incrementaría el déficit fiscal—, recientemente logró avanzar gracias a un giro en las votaciones del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes.
Desde el lado mexicano, Ignacio Mier, vicecoordinador de Morena en el Senado, informó que el Caucus Hispano también considera injusta esta propuesta, pues castiga a quienes, desde Estados Unidos, envían dinero a sus familias en México. Mier adelantó que la congresista Nydia Velázquez presentará una enmienda para intentar frenar este gravamen, marcando una postura clara de resistencia desde el lado demócrata.
¡Muy buenos días!
Esta mañana sostuvimos una reunión con integrantes del Caucus Hispano, a quienes agradezco profundamente su respaldo y su postura decidida contra el impuesto a las remesas, una propuesta injusta que afecta directamente a quienes más apoyan a sus familias desde… pic.twitter.com/ZDLR5X1g1q
— Ignacio Mier Velazco (@NachoMierV) May 21, 2025
El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, también participó en la reunión. Durante su intervención advirtió que existen “altas probabilidades” de que el impuesto sea aprobado si no se refuerza la presión política. Por eso, consideró fundamental mantener el diálogo con legisladores hispanos, quienes han sido aliados históricos de la comunidad migrante, y alertó sobre las “graves repercusiones” que esta medida tendría no solo para México, sino también para la seguridad y estabilidad social en Estados Unidos.
Este intento por gravar las remesas ha encendido las alarmas en el gobierno mexicano, ya que se trata de uno de los principales ingresos económicos para millones de familias. Solo en 2023, las remesas enviadas desde Estados Unidos hacia México superaron los 63 mil millones de dólares. Imponer un impuesto a esos flujos representa no solo un golpe económico directo, sino también una medida con alto potencial político, al tratarse de una base electoral significativa para ambos países.
La presidenta Claudia Sheinbaum también se pronunció sobre el tema, subrayando que lo que está en juego es más que una cuestión fiscal. “Esto afecta también a los Estados Unidos, y lo que queremos es la mejor relación posible”, dijo, dejando claro que su administración está tomando cartas en el asunto para defender los intereses de las familias mexicanas en el exterior.
La visita de los senadores forma parte de una diplomacia activa para proteger a los migrantes, donde el Congreso mexicano, la Cancillería y la Embajada están actuando en conjunto. En los próximos días, se esperan nuevas reuniones con legisladores estadounidenses, mientras crece la presión internacional para que esta iniciativa no prospere.
Por ahora, la batalla está lejos de terminar. Pero si algo ha quedado claro con esta visita, es que México no se quedará callado ante una amenaza directa a sus ciudadanos en el extranjero.
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