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Ancelotti se despide del Real Madrid con elegancia, emoción y noches mágicas en la memoria

Por Juan Pablo Ojeda

 

Carlo Ancelotti se despide del Real Madrid como pocos pueden hacerlo: con la frente en alto, el corazón lleno y el respeto absoluto de la afición. Aunque su salida ya había sido anticipada por su próximo reto con la selección de Brasil, este fin de ciclo en el banquillo merengue no deja de estar cargado de emociones para el técnico italiano, quien se va con una leyenda consolidada en el club más exitoso del mundo.

“Me llevo en el corazón cada momento vivido”, publicó ‘Carletto’ en sus redes, en un mensaje cargado de gratitud, en donde no dejó a nadie fuera: al presidente Florentino Pérez, a sus jugadores, al staff técnico y, sobre todo, a la afición del Madrid, “única”, como él la definió. Un vínculo “eterno”, dice, y es que no se puede entender esta segunda etapa sin pensar en las “noches mágicas” del Santiago Bernabéu, esas remontadas que ya son parte del ADN madridista.

Con el temple que lo ha caracterizado siempre, Ancelotti aseguró que no se va triste. “Antes o después tenía que llegar este día”, dijo en conferencia de prensa, con el mismo aplomo con el que dirigió partidos definitorios. Reconoció que el cierre de su trayectoria en el club está lleno de emociones, pero también de satisfacción: “Lo hemos conseguido y nos vamos felices”.

Ni un reproche. Ni una queja. Ancelotti se va como llegó: con clase. Agradeció la oportunidad de haber dirigido a jugadores “espectaculares”, y resaltó la armonía vivida dentro del club, hasta con los cocineros que le preparaban su platillo favorito antes de cada partido. Hasta esos detalles los valoró.

En lo personal, resaltó el cierre simbólico de su carrera madridista junto a Luka Modric, a quien calificó como “un jugador fantástico, una leyenda” y “una persona con alma”. La admiración fue mutua en el vestidor. Para Ancelotti, compartir su último día como técnico blanco con Modric es “bonito” y significativo. Así se despiden los grandes: acompañados de otros grandes.

También hubo espacio para recordar los momentos más gloriosos de esta etapa: las remontadas en Champions ante PSG, Chelsea y Manchester City, los títulos, las celebraciones. Todo eso, dice, “es ya historia del futbol”.

Y aunque descarta regresar en otro rol al club, asegura que su vínculo con el Real Madrid es “para siempre”. Su futuro está en Brasil, pero su historia queda escrita con letras doradas en el Bernabéu.

Finalmente, al hablar de cómo quiere ser recordado, ‘Carletto’ soltó una frase que resume su filosofía: “No soy un entrenador, soy una persona que hace el trabajo de entrenador. Prefiero que me recuerden como buena persona”. En tiempos donde los egos sobran, esta frase suena como un gol al ángulo.

Así se va Ancelotti: sin dramas, con palabras que abrazan, y con la certeza de haber dejado huella. Como él mismo lo dijo, “el Real Madrid sigue siendo el mejor club del mundo”, y parte de esa grandeza también lleva su firma.

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