Por Juan Pablo Ojeda
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, anunció este martes el levantamiento del toque de queda que había sido impuesto el pasado 10 de junio en el centro de la ciudad, en respuesta a las manifestaciones masivas contra las redadas migratorias y el despliegue federal ordenado por la Administración Trump.
La decisión, según explicó su oficina, responde al “éxito de los esfuerzos de prevención y represión de la delincuencia” en la zona. Bass aseguró que su prioridad seguirá siendo garantizar la seguridad de los barrios céntricos sin descartar volver a aplicar la medida si las condiciones lo exigen.
“Levanto el toque de queda a partir de hoy. Mientras, seguimos adaptándonos rápidamente al caos que viene de Washington y estaré preparada para volver a emitir un toque de queda si es necesario”, señaló la alcaldesa en un comunicado oficial.
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Protestas por redadas y militarización
Las protestas comenzaron tras el anuncio de redadas masivas dirigidas a comunidades migrantes, lo que generó indignación y movilizaciones masivas bajo el lema No Kings, que el pasado sábado reunió a unas 30 mil personas en las calles del centro de Los Ángeles.
El clima de tensión llevó a la imposición de un toque de queda de emergencia que abarcaba una zona de 2.5 kilómetros cuadrados. Sin embargo, ante la reducción en los actos de violencia, vandalismo y saqueo, la alcaldesa ya había comenzado un enfoque “gradual” para levantar la medida.
“El enfoque fue reducir progresivamente las restricciones tras una marcada disminución de los disturbios que siguieron a la escalada impuesta desde la Casa Blanca”, detalló Bass.
Policía mantiene vigilancia
A pesar del levantamiento del toque de queda, la zona continuará bajo vigilancia reforzada por parte del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), según confirmó la alcaldesa.
El LAPD informó el lunes que durante la jornada posterior a la multitudinaria protesta no se registraron arrestos relacionados con actos de violencia o disturbios.
Bass concluyó reiterando su compromiso con “la estabilidad, la seguridad y el apoyo a las comunidades afectadas por las políticas migratorias federales”.
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