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“Los Guardianes de la miel sagrada”: en Quintana Roo revive la tradición maya de la meliponicultura

Quintana Roo a 3 de junio.- En medio del bullicio del desarrollo turístico y las megaobras como el Tren Maya, en Quintana Roo pervive una práctica ancestral que conecta al presente con las raíces más profundas del mundo maya: la meliponicultura, el arte de criar abejas sin aguijón.

El veterinario y apicultor Manuel Vázquez Cetina ofreció una charla el pasado 22 de mayo de 2025 en el Museo Histórico de la Ciudad de Felipe Carrillo Puerto, donde explicó la relevancia cultural, ecológica y medicinal de estas abejas nativas, conocidas como xunán kab (Melipona beecheii).

La conferencia coincidió con la conmemoración del Día Mundial de las Abejas, y permitió abrir una ventana hacia los conocimientos milenarios que los antiguos mayas ya dominaban desde hace siglos.

Hallazgos del Tren Maya revelan rastros prehispánicos

Durante el rescate arqueológico del tramo 6 del Tren Maya —entre Bacalar y Limones—, se encontraron tres tapas de piedra utilizadas entre los años 950 y 1539 d.C. para sellar jobones, los troncos ahuecados donde los mayas criaban a estas abejas sin aguijón. Este descubrimiento arqueológico refuerza lo que ya decían los códices y esculturas mayas: la meliponicultura no solo era común, sino también sagrada.

Deidades como Ah Muzen Cab, el dios de las abejas, o Itzamná, dios de la sabiduría, aparecen en representaciones sosteniendo panales o herramientas para recolectar miel. Estos símbolos muestran cómo las abejas estaban profundamente ligadas a la cosmovisión y a los rituales de los pueblos mayas.

Miel con historia, medicina y ritual

Manuel Vázquez lidera el proyecto “U Báalamo’ob” (Los Guardianes) en Felipe Carrillo Puerto, el cual busca rescatar y preservar esta forma de apicultura ancestral. El objetivo es claro: revalorar la miel melipona, que se cosecha solo dos veces al año, en pequeñas cantidades, pero con un valor nutricional y medicinal muy superior al de la miel tradicional.

“La meliponicultura no es solo un método de producción, es una forma de vida conectada con la naturaleza y la espiritualidad”, comentó Vázquez.

En este sistema, los jobones siguen siendo esenciales, y todavía se sellan con tapas de piedra, también llamadas “panuchos”, como se hacía en tiempos prehispánicos. Esta continuidad cultural demuestra que los conocimientos tradicionales siguen vivos, adaptándose a las nuevas generaciones.

Peligros modernos para una tradición milenaria

Pese a su riqueza cultural y ecológica, la meliponicultura en Quintana Roo enfrenta graves amenazas: deforestación, uso intensivo de pesticidas, monocultivos, cambio climático y el mal manejo de colmenas.

En México existen 46 especies de abejas sin aguijón, y 16 de ellas habitan en Quintana Roo. Sin embargo, muchas están en riesgo por la pérdida de su hábitat natural.

Manuel Vázquez propone soluciones que podrían marcar la diferencia: sembrar árboles nativos, regular los pesticidas, fomentar el consumo de miel local y garantizar el acceso al agua.

“Proteger a estas abejas es también proteger nuestra historia y nuestra biodiversidad”, concluyó el apicultor.

 

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