Por Juan Pablo Ojeda
Durante su intervención en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el presidente ruso Vladímir Putin lanzó un contundente mensaje al advertir sobre el creciente riesgo de una tercera guerra mundial, en medio de los conflictos en Ucrania y Oriente Medio. Al mismo tiempo, reafirmó sus ambiciones territoriales sobre Ucrania y descartó una implicación directa en el conflicto entre Irán e Israel.
“Existe un gran potencial de conflicto que está creciendo”, declaró Putin, en una intervención transmitida en vivo. “Nos preocupa lo que ocurre en torno a las instalaciones nucleares de Irán. Y lo que pasa en nuestra región, en Ucrania, nos concierne directamente”.
“Toda Ucrania es nuestra”
En una declaración que ha causado revuelo internacional, el mandatario ruso proclamó: “Toda Ucrania es nuestra”, justificando su afirmación con argumentos históricos y culturales. “Ya lo he dicho muchas veces: los pueblos ruso y ucraniano son el mismo. En ese sentido, toda Ucrania nos pertenece”, aseguró.
Putin incluso dejó abierta la posibilidad de avanzar hacia la región de Sumi, al norte de Ucrania, aunque aclaró que no se trata de un objetivo inmediato: “No tenemos tal objetivo, pero no lo descarto”.
A pesar de ello, matizó que Rusia “no busca la capitulación de Ucrania”, sino que exige “el reconocimiento de la realidad sobre el terreno”, refiriéndose al control ruso de territorios tras la invasión iniciada en 2022.
Neutralidad ante Irán e Israel
Putin negó cualquier intención de involucrarse militarmente en el conflicto entre Irán e Israel, aunque reiteró su apoyo a Teherán en el marco de sus derechos a un programa nuclear pacífico. “Cumplimos todos nuestros compromisos con Irán. Pero no abriremos un segundo frente”, dijo.
También rechazó que Rusia pretenda ejercer un papel de mediador, aunque afirmó mantener un diálogo constante con Irán. Respecto a Israel, señaló que es un país con “casi dos millones de rusoparlantes”, por lo que “no nos es ajeno”.
Al ser consultado sobre las amenazas israelíes contra el líder supremo iraní, Alí Jameneí, Putin confió en que se trate solo de “retórica”. “Quisiera que este tipo de cosas se quedaran solo en palabras”, expresó, aludiendo a las declaraciones del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, quien comparó a Jameneí con “el Hitler moderno”.
Riesgos globales en aumento
El líder ruso concluyó su intervención instando a soluciones pacíficas en Oriente Medio que garanticen tanto el derecho iraní a un programa nuclear civil como la seguridad de Israel. Sin embargo, advirtió que la creciente tensión internacional, sumada a los conflictos regionales, incrementa la posibilidad de un enfrentamiento de escala global.
“Lo digo sin ironía: el potencial de conflicto está en nuestras narices”, sentenció Putin.
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