Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, consideró “probable” que el uso de la bandera nacional durante las recientes protestas contra las redadas migratorias en Estados Unidos pueda ser interpretado como “una provocación”. Su comentario se refiere en particular a una imagen difundida en redes sociales donde se observa a un hombre encapuchado sobre una patrulla incendiada en Los Ángeles, California, sosteniendo la bandera tricolor.
Durante su conferencia de prensa, la mandataria mexicana señaló que no están de acuerdo con las acciones violentas, y reconoció que algunas imágenes, como la del encapuchado con la bandera sobre la patrulla, “son de mucha provocación”. Sin embargo, aclaró que se requiere contar con toda la información para emitir una valoración definitiva y subrayó que corresponde a las autoridades estadounidenses investigar dicho incidente.
La fotografía se viralizó en medio de manifestaciones contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Los Ángeles, ciudad con la mayor comunidad mexicana en el extranjero. El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) utilizó la imagen para denunciar la presencia de “extranjeros ilegales” en California.
En este contexto, Sheinbaum enfatizó que, “en general, la comunidad mexicana se manifiesta de manera pacífica por sus derechos” y condenó cualquier acto violento que pueda surgir durante estas movilizaciones.
El pronunciamiento de la presidenta ocurre en un momento de tensión diplomática entre México y Estados Unidos. Este miércoles, Sheinbaum recibió en Palacio Nacional al subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, en medio de acusaciones de la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, quien señaló a la mandataria de incitar las protestas en Los Ángeles. Sheinbaum rechazó estas acusaciones como “absolutamente falsas”.
La bandera de México, caracterizada por sus colores rojo, blanco y verde, se ha convertido en un símbolo durante las manifestaciones contra las redadas migratorias iniciadas la semana pasada en Estados Unidos. Esta situación ha generado reacciones polémicas de figuras políticas republicanas estadounidenses y funcionarios del gobierno de Donald Trump, entre ellos Stephen Miller, arquitecto de la política migratoria de la Casa Blanca, y Ronald Johnson, embajador de EE.UU. en México.
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