Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, celebró el reconocimiento internacional otorgado al Museo Nacional de Antropología, que fue galardonado este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria aprovechó el anuncio para reiterar un llamado a España a reconocer y pedir perdón por las “grandes atrocidades” cometidas durante el periodo de la Conquista.
“Pues a ver si empiezan por ahí a pensar en el perdón, pues sí, ¿no? Es un gesto de parte de la Corona española reconocer al Museo de Antropología; entonces pues ya dieron el primer pasito”, declaró Sheinbaum.
La presidenta subrayó la importancia del reconocimiento como un primer avance simbólico, pero insistió en que debe acompañarse de un proceso más amplio de reflexión y reparación histórica. “Espero que continúen en este proceso de reconocimiento pleno a los pueblos originarios, a las grandes civilizaciones del pasado, a los pueblos de hoy, y a las grandes atrocidades que se cometieron durante la llamada conquista española”, puntualizó.
El Museo Nacional de Antropología, fundado en 1940 y ubicado en el Bosque de Chapultepec desde 1964, es considerado uno de los espacios culturales más importantes de América Latina. Con más de tres millones de visitantes registrados en 2024, su labor de conservación, investigación y difusión del patrimonio arqueológico y etnográfico mexicano ha sido ampliamente reconocida tanto a nivel nacional como internacional.
El galardón otorgado por la Fundación Princesa de Asturias destaca precisamente ese compromiso del recinto con el diálogo entre culturas, la justicia histórica y la valorización de la herencia indígena. La institución resguarda una vasta colección que abarca desde vestigios de civilizaciones prehispánicas hasta expresiones contemporáneas de los pueblos originarios.
Con este reconocimiento, el Museo Nacional de Antropología se suma a una lista selecta de personalidades e instituciones que promueven la concordia, la justicia social y el entendimiento entre culturas. Para el gobierno de Sheinbaum, este logro refuerza su discurso de reivindicación histórica y su apuesta por una política cultural con enfoque de derechos.
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