Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, condenó enérgicamente los hechos de violencia registrados el fin de semana pasado en Los Ángeles, California, derivados de las redadas migratorias que encendieron las alarmas en comunidades latinas, particularmente entre los mexicanos residentes en esa ciudad.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria se pronunció con firmeza: “No estamos de acuerdo con las acciones violentas como forma de protesta, la quema de patrullas parece más un acto de provocación que de resistencia, debe quedar claro: condenamos la violencia, venga de donde venga”, señaló.
En ese sentido, pidió a los mexicanos no caer en provocaciones y actuar con responsabilidad. “Llamamos a la comunidad mexicana a actuar de manera pacífica y con respeto a la legalidad”, enfatizó Sheinbaum, en momentos donde la tensión entre migrantes y autoridades estadounidenses vuelve a escalar.
La presidenta también dirigió un mensaje directo a las autoridades del país vecino: “Hacemos un llamado respetuoso pero firme al Gobierno de Estados Unidos para que todos los procedimientos migratorios se realicen con apego al debido proceso, respetando la dignidad humana y el Estado de derecho”.
En respuesta a los operativos migratorios del pasado viernes, el Gobierno de México activó de inmediato la red consular en Estados Unidos, con el objetivo de brindar asistencia legal y protección a los connacionales detenidos. “Nuestros consulados han intensificado sus esfuerzos para informar a la comunidad mexicana sobre sus derechos y sobre las acciones que pueden tomar si son objeto de redadas”, explicó Sheinbaum.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, confirmó que 42 mexicanos fueron detenidos tras los operativos, incluyendo 37 hombres y 5 mujeres, que actualmente se encuentran distribuidos en cuatro centros de detención migratoria.
Sheinbaum reiteró que la postura del Gobierno de México es clara: la migración debe ser abordada de manera integral, humana y con corresponsabilidad regional. “Reiteramos nuestra disposición para colaborar con el gobierno de Estados Unidos en la búsqueda de soluciones que privilegien el respeto a los derechos humanos, la legalidad y el desarrollo compartido”, concluyó.
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