Por Juan Pablo Ojeda
El conflicto entre el Ejecutivo y la oposición se intensificó esta semana luego de que el diputado del PAN, Ricardo Anaya, calificara la reciente elección judicial como “un cochinero”, “una marranada” y “una porquería”, acusando a Morena de fraude electoral mediante la distribución de boletas prellenadas a favor del partido oficialista.
Durante su participación en la Cámara de Diputados y en un video publicado en sus redes sociales, Anaya denunció supuestas irregularidades durante los comicios del pasado 1 de junio, declarando que “nueve de cada diez mexicanos le dieron la espalda” a la elección, y que “la caca flota y ya empezó a flotar”, en referencia a lo que él considera un fraude estructurado.
En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo utilizó su conferencia matutina para desestimar las acusaciones del panista. En tono irónico y directo, la mandataria declaró:
“Su enojo, esta manera de hablar, viene de una frustración. Que hagan yoga, que se junten, que analicen por qué el pueblo de México ya no vota por ellos.”
Sheinbaum también criticó lo que calificó como una actitud clasista y racista por parte de la oposición, particularmente tras la postulación de Hugo Aguilar Ortiz como próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), un jurista con raíces indígenas.
“Cómo es posible que un indígena vaya a dirigir la Suprema Corte… Están bien enojados, nerviosos y preocupados”, afirmó.
La mandataria instó a los partidos opositores a enfocarse en generar propuestas concretas que conecten con las necesidades sociales del país, en lugar de recurrir a lo que calificó como discursos de odio y papelones parlamentarios.
“Un día están a favor de los programas sociales, al otro día los rechazan. Un día quieren intervención extranjera, al siguiente lo niegan. No hay coherencia ni proyecto claro para el país”, añadió Sheinbaum.
Las declaraciones han generado un intenso debate en redes sociales, donde usuarios, legisladores y militantes de ambos bloques se han enfrascado en una guerra de descalificaciones. El diputado morenista Arturo Ávila, aspirante a la gubernatura de Aguascalientes, publicó una serie de videos y caricaturas donde ironiza sobre los señalamientos de Anaya:
“Lo único que flota son sus discursos vacíos. No hay pruebas, solo insultos.”
Este nuevo episodio reaviva el clima de polarización política en México, mientras la legitimidad de la elección judicial y el rol del Poder Judicial continúan en el centro del debate nacional. Mientras tanto, la ciudadanía observa con escepticismo una disputa que, para muchos, se aleja de las verdaderas prioridades del país.
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