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«Thunder vs. Pacers: una Final inédita que promete hacer historia»

Por Juan Pablo Ojeda

 

La NBA se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia con unas Finales que nadie —ni los más románticos— habrían imaginado al arrancar la temporada. Por primera vez desde 1994, dos equipos sin anillo se verán las caras por el trofeo Larry O’Brien: Oklahoma City Thunder vs. Indiana Pacers, una batalla entre juventud, hambre y renovación.

Y es que esta serie no solo representa el fin de una sequía para cualquiera que se corone. Es también un símbolo del cambio generacional que vive la liga. Atrás quedaron los años del dominio de Golden State, LeBron o los Celtics. Ahora es el turno de dos proyectos jóvenes, inteligentes y con identidad propia.

El Thunder llega a esta instancia como el mejor equipo de toda la temporada regular (68 victorias). No solo ganaron partidos, dominaron. En playoffs pasaron por encima de Memphis (4-0), se fajaron contra Denver (4-3) y luego doblegaron a Minnesota (4-1), demostrando que su talento va más allá del hype.

La cara visible de este resurgimiento es Shai Gilgeous-Alexander, recién nombrado MVP de la temporada. El canadiense ha sido imparable y se ha consolidado como uno de los jugadores más completos de la liga. Lo respaldan dos promesas que ya juegan como veteranos: Chet Holmgren, un unicornio defensivo con buen tiro, y Jalen Williams, un alero explosivo y cerebral.

Del otro lado, Indiana Pacers llega como la sorpresa mayúscula de la temporada. Empezaron con un flojo 10-15, pero algo hizo clic y desde entonces no pararon de crecer. Llegaron a las Finales eliminando a tres pesos pesados del Este: Milwaukee, Cleveland y New York, todos en series contundentes. Y lo hicieron sin ser cabeza de serie, algo que no se veía desde los Knicks de 1999.

El motor de Indiana es Tyrese Haliburton, un base de esos que entienden el juego en cámara lenta. Con más de 13 asistencias por partido en estos playoffs, está demostrando que no solo es un pasador elite, sino también un líder capaz de dirigir a su equipo en momentos críticos. Junto a él, Pascal Siakam y Myles Turner han sido claves en ambos lados de la cancha, combinando experiencia, defensa y puntos en momentos importantes.

El primer partido de las Finales de la NBA 2025 se juega este jueves 5 de junio en Oklahoma City, donde los Thunder tienen la ventaja de localía por su gran desempeño en la temporada. Si la serie llega hasta el séptimo juego, será el domingo 22 de junio el día en que alguien escriba su nombre en la historia.

Lo que está en juego va más allá de un campeonato: es la coronación de una nueva era. Ni Oklahoma ni Indiana han ganado nunca el título. Seattle, la ciudad que vio nacer a la franquicia Thunder, lo logró en 1979, pero desde la mudanza en 2008, OKC no ha podido alzar el trofeo. Indiana, por su parte, lleva 25 años esperando esta oportunidad desde que perdió en 2000 ante los Lakers de Shaq y Kobe.

Este duelo es también una carta de amor al baloncesto bien jugado, al trabajo de cantera, a los proyectos construidos con paciencia y visión. No hay superestrellas impuestas, hay equipos bien armados y con jugadores que tienen mucho por decir. Pase lo que pase, la NBA tendrá un nuevo campeón. Y eso ya es una victoria para el deporte.

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