Aunque muchos dueños de perros sienten que sus mascotas los perciben como figuras parentales, la realidad detrás de ese vínculo es más compleja y fascinante de lo que parece a simple vista. Un video viral en TikTok, protagonizado por un golden retriever y compartido por el usuario @goldenretriever_luna, ha desatado una ola de ternura y curiosidad al mostrar comportamientos que muchos interpretan como señales de que el perro ve a su dueño como una “mamá” o “papá”. Pero, ¿qué tan cierto es esto desde el punto de vista científico?
La veterinaria Jennifer Sperry, asesora de Pets Plus Us Pet Insurance, explica que aunque los perros no reconocen a los humanos como figuras maternas en el sentido biológico o de identidad, sí suelen asociarlos con seguridad, comodidad y protección. Es decir, el vínculo que establecen con sus dueños puede parecerse mucho al que un niño tiene con su madre, en términos emocionales y de apego, aunque sin la misma complejidad cognitiva. Este fenómeno se conoce como “comportamiento de base segura”: los perros se sienten más confiados y seguros para explorar el mundo cuando su humano está cerca, lo que explica por qué muchas veces te siguen a todas partes.
Además de la compañía constante, hay otras conductas que refuerzan esta idea de un vínculo parental. Por ejemplo, cuando un perro te trae sus juguetes, no solo está invitándote a jugar, sino que también puede estar buscando fortalecer la relación social o autorregular su estado emocional en momentos de estrés o excitación. En particular, las razas de cobro, entrenadas para recuperar presas, suelen mostrar este comportamiento como una manera de demostrar pertenencia a la manada, casi como un “regalo” que expresa su deseo de integración y reconocimiento social.
El lamido de cara, otro gesto muy común en perros, es mucho más que una simple muestra de cariño. Según Sperry, lamer puede ser un acto de sumisión, un llamado de atención o una manera de calmarse ante situaciones estresantes. Sin embargo, cuando el lamido se acompaña de un lenguaje corporal relajado y tranquilo, sí es probable que refleje amor y satisfacción. La clave está en observar el contexto y las señales complementarias para interpretar correctamente este comportamiento.
Finalmente, la cercanía física durante el sueño es una señal muy significativa de confianza y apego. La bióloga integrativa Deby Cassill, de la Universidad del Sur de Florida, compara los roles que los humanos desempeñan para sus perros con los de padres dentro de una manada canina: las madres son fuentes de consuelo, alimento y seguridad, mientras que los padres actúan como protectores y líderes. Los perros que crecen en hogares seguros tienden a buscar esta cercanía especialmente en momentos de vulnerabilidad, como durante tormentas, viajes o enfermedades. Este contacto no solo es beneficioso para el perro, sino que estudios muestran que también ayuda a los humanos a sentirse más seguros y menos solos.
En resumen, aunque los perros no nos ven literalmente como sus “mamás” o “papás”, sí nos perciben como figuras de confianza y protección fundamentales en sus vidas, creando un vínculo profundo y lleno de significado que va más allá de la simple convivencia.
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